domingo, 21 de enero de 2024

Mujeres Libres

 


Conocí la organización Mujeres Libres mientras estudiaba en la Universidad en Madrid. Lo primero que pensé fue: yo quiero estar ahí, quiero pertenecer a ese movimiento que propone un cambio radical en la vida de las mujeres.

La República representaba el escenario idóneo para ese cambio, para ese avance.

En Madrid conocí a una de sus fundadoras, Lucía Sánchez Saornil. De inmediato me dejé arrastrar por su temperamento, sus ideas y su carisma. La clave para nuestra emancipación estaba en la incorporación al trabajo asalariado en términos idénticos a los hombres.

Y luchamos, luchamos por ello, aunque no fue fácil. Nuestros compañeros anarquistas tenían claras las ideas, pero, en cuanto se metían en casa, trataban a sus mujeres de forma muy diferente. El patriarcado estaba marcado a fuego en su subconsciente.

Por eso, una vez trasladada a Valencia, mis compañeras de la organización y yo nos esforzamos en extender nuestras ideas y compromiso a través de la revista. Logramos mucho. En 1938 ya éramos veinte mil las integrantes de Mujeres Libres. Los éxitos fueron palpables, pero, al final, la guerra nos atropelló y los fascistas, los que atentaron contra el gobierno legítimo de la República, arrasaron con todo.

Me llamo Isabel y os cuento esto desde el exilio. No dejéis que vuelva a ocurrir. Defended vuestra libertad a fuego.

No basta una vida.


miércoles, 1 de noviembre de 2023

Dolores

 


Dedicarme a cuidar de los demás ocupa la mayor parte de mi tiempo.

Soy enfermera.

Rara vez pienso en mí misma, pero en este momento la vida me ha sorprendido con algo que no esperaba, que ya no entraba en mis previsiones.

El amor.

Un amor insospechado, loco. Una pasión desmedida que no puedo ni quiero controlar.

Ni la lejanía de mis padres,

ni la falta de noticias de mi hermano,

ni las bombas cayendo, ni las consecuencias de esta guerra que constato día tras día,

son capaces de amortiguar los latidos acelerados de mi corazón

cada vez que te contemplo.

Mi enfermedad lleva tu nombre. Isabel.

 

En No basta una vida nos conoceréis.

lunes, 4 de septiembre de 2023

No basta una vida

 


¿Cuán intensa puede ser una experiencia vital?

 ¿Cuánto queda grabado en la mente, en la piel, en el alma?

¿Qué huella indeleble deja sumergirse en la luz ...

y ser arrastrada a la oscuridad?

¿De qué magia surge el amor?

¿Cuánto perdura?

¿Una hora, un día, una vida?

¿Más allá?

Las libélulas hablan.

Escuchad.

En un futuro próximo llegarán las respuestas. En un futuro próximo estará en vuestras manos No basta una vida.



martes, 21 de marzo de 2023

Primavera

 


Es primavera.

Una nueva oportunidad para oler el aire

y descubrir que el azahar regresa a nuestras vidas,

que volvemos a mirarnos a los ojos,

a escucharnos con ganas de entendernos,

a abrazarnos por dentro,

sin distancias.

Que siempre sea primavera.


Despierta.

jueves, 9 de febrero de 2023

Despertemos

 


Si, como decía Albert Einstein, “la distinción entre pasado, presente y futuro es solo una ilusión obstinadamente persistente”, si continuamos inmersos en esa fantasía que nos atenaza y nos arrastra inexorablemente a sufrir, ya que sentimos que el tiempo se nos escurre entre los dedos, ¿por qué lo dejamos escapar?

Vivamos sin huir.

Miremos a la cara a lo que nos venga, aunque asuste o duela.

Construyamos nuestra felicidad sin atarnos a las apariencias.

Lo que piensen los demás pertenece a su universo. Lo que pienses tú configura el tuyo.

No causemos dolor, causemos besos, abrazos y empatía.

Recordemos oler las flores, acariciar a nuestra mascota, mirar al cielo; adorar las estrellas por el simple hecho de estar ahí.

Y meternos en los zapatos de otros.

Y mirarnos a los ojos.

Y amar a quien nos dé la gana.

Despertemos y amemos.

Despierta.


martes, 23 de agosto de 2022

22 de agosto de 2022

 


Cuando nos unimos

somos capaces de superar lo más difícil,

lo más duro, 

lo más terrorífico. 

Anoche, nuestras manos juntas hablaron por sí mismas. 

Nuestros corazones hermanados marcaron el camino.

Con los ojos cerrados, 

sentimos la arena bajo los pies,

oímos el murmullo de la espuma,

aspiramos el aroma a salitre.

A modo de mantra, 

ofrecimos nuestra paz al mar 

y él nos regaló su calma. 

El hechizo surtió efecto.

Lo logramos juntas.

Pero no solo fue la unión de nuestras manos, 

fue la fe en nuestra capacidad,

en nuestra fantástica energía, 

lo que hizo vibrar el momento.

La fuerza de la imaginación acabó generando un mundo real; 

un mundo de abrazos, besos, ilusiones y amistad.

En esta ocasión, 22 fue la excusa.

La Magia la pusísteis vosotras.

Gracias por tanto.


jueves, 18 de agosto de 2022

¿La realidad?

 


La realidad.

Ese extraño concepto, difuso y confuso, al que te agarras para no caer en el abismo, para no gritar hasta la extenuación.

Lo que tocas, lo que ves, lo que hueles, lo que saboreas, lo que escuchas. ¿Es eso la realidad?

¿Y la piel que se te olvidó acariciar,

 o el perfume lejano que hoy te cuesta traer a la mente,

o la delicia que quedó prendida en tu paladar y ya nadie cocina,

o esa voz que ya no oyes al otro lado del teléfono?

Lo que sientes bien adentro,

lo que sueñas cuando duermes,

lo que anhelas cuando velas,

lo que duele si lo piensas…

¿Es eso real?

¿El pasado fue real?

¿Lo es el presente?

¿Es irreal el futuro?

Cuanto más lejos viajan nuestros recuerdos,

¿más se alejan de la realidad que fueron?

Tan segura estaba de la tierra que pisaba, 

que no me di cuenta de lo poco que veía.

Como quien mira a través de un estrecho tubo 

y cree que el mundo se circunscribe 

a ese diminuto círculo que percibe al otro lado.

Y entonces, me dormí.

Me dormí para despertar.

Despierta.