jueves, 12 de agosto de 2010

Sara tras la pared

Compartimos con ella hace tiempo una tarde apacible en el Beso de Luna. Era nuestro personaje sorpresa, una incógnita que hoy se ha hecho carne ante much@s de vosotr@s, y nunca mejor dicho…
Hoy nos reunimos de nuevo en nuestro paraíso particular. —Hola Sara —le digo exhibiendo cierta sonrisa que a ella le incomoda un poquito. Su piel acaramelada sube de tono a la altura de los altos pómulos. Le ocurre a menudo. Juguetea con su Beso de Luna entre los dedos, girando la copa lentamente mientras descansa su mirada limpia sobre la superficie del líquido. Enseguida levanta la vista hacia mí y puedo recrearme en la intensidad de esos ojos casi negros enmarcados por un bosque de pestañas larguísimas. Es fascinante el contraste con la nitidez del blanco del ojo, como nieve recién caída. Sara posee una belleza exótica. —Hola —contesta suavemente antes de aproximar su copa a unos labios carnosos y entreabiertos que una no puede dejar de mirar hipnotizada… —Me temo que lo que tanto temías ya ha ocurrido… Separa el cóctel de su boca despacio y me lanza una sonrisa tímida. —Ya me imagino. —Ahora todo el mundo quiere saber un poco más de ti, de lo que vas a hacer a partir de ahora. —Ni siquiera yo lo tengo muy claro. He tomado varias decisiones contundentes en mi vida, tú lo sabes. Es increíble lo difícil que resulta acostumbrarse a su voz aterciopelada, tan arrebatadoramente sexy como contrapunto a su retraimiento natural. Si la pudierais escuchar entenderíais perfectamente a Patricia… — ¿Te arrepientes de alguna de ellas? —pregunto sobreponiéndome al embrujo de su calidez. —En absoluto, pero sí tengo añoranza de cosas de mi pasado. Han ocurrido cambios tan radicales en mi vida… —Quieres decir que tu situación actual puede volver a modificarse en un futuro no muy lejano... —Yo no he dicho eso. Ahora estoy muy bien, pero sabes que siempre existen huecos en el camino de una persona, deseos que no son fáciles de llenar. —Cierto. Pero hasta ahora parece que tú los vas cubriendo bastante bien. Inevitablemente, vuelve a sonrojarse, pero yo continúo a la carga. — Podría decirse que tú has salido no de uno, sino de varios armarios a la vez. ¿Cómo te sientes ahora? —La verdad es que no quiero pararme a pensar, todavía me invade el pánico cuando me despierto por las mañanas y me pregunto dónde estoy. Tengo bastante con eso—contesta volviendo a retirar su mirada de mis ojos para sumergirla de nuevo en el fondo de la copa. —Tanto yo como muchos de tus seguidor@s desearíamos que no echaras a correr… — Intentaré no hacerlo, pero no puedo prometer nada…—contesta alzando la vista para enfrentarse de nuevo a la sonrisa divertida que se dibuja en mi cara. No os preocupéis. Intuyo que todavía tendremos a Sara un tiempo entre nosotr@s.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Menudo fichaje en el segundo libro.Sería una lastima que Sara se arrepienta ahora después de lo que ya ha arriesgado, pero cada uno tiene sus razones...
Es como tomar un "Beso de Luna" y que te digan que no lo volverás a saborear.
Besos.
Tu Fisio.

Mila Martínez dijo...

Por volver a saborear un Beso de Luna no te preocupes...
Un abrazo

Aprendiz dijo...

Hola Mila, en mi último viaje a Madrid me compré "Tras la pared" y pese al poco tiempo libre que tengo ahora lo he devorado y me ha encantado de nuevo tanto o más como "No voy a disculparme" Ahora estoy haciendo un hueco para escribir sobre él en mi blog, el cual tengo muy abandonado. Enhorabuena por este fabuloso y sensual libro y espero con ansia la tercera entrega... Un abrazo. Sara

Mila Martínez dijo...

¡Cómo te echaba de menos! Espero que estés bien y que tu nuevo trabajo te haga feliz, ya que tienes que dedicarle tanto tiempo. Un besazo y muchísimas gracias por tus palabras. Espero con cariño la entrada de tu blog.
Mila.

M.E.Lovera dijo...

Sara, una tímida provocadora? probablemente. espero que no sienta nada de arrepentimientos y que al contrario se deje llevar por ese huracán llamado Patricia. me ha encantado la historia. besos

Mila Martínez dijo...

Gracias, amiga. Espero que te dejes arrastrar tu también por nuestras chicas durante mucho tiempo...
Un beso